Insanity World||Un terrible comienzo~

Arteria desperto, en lo que al parecer era pasto, siendo rodeada por la oscuridad, cosa de la cual ella estaba acostumbrada.
-¿Dónde estoy?- preguntó, confusa. Lo último que recordaba era caer desmayada luego de tomar una de esas pastillas que había comprado en una fiesta, pero ese lugar no parecía a la disco en la cual había caído, no... Era completamente diferente, algo en el lugar le daba mala espina, un mal presentimiento pero, a la vez, una aventura frente a sus ojos.

-Gracias- dijo, mientras aceptaba la ayuda y luego, al ponerse de pie, hacia una leve reverencia -Soy Arteria, un gusto-
Si quería salir de allí, lo primero que tenía que hacer era conocer a todos, ganarse su confianza y aprovechar las oportunidades que apareciesen frente a ella.

Arteria sonrió
-Emma- murmuro, era un lindo nombre -yo recuerdo haber desmayado y despertar aquí-
Busco en el vestido algún bolsillo o algo así, quería saber si aun mantenía las cosas que tenía guardadas.

-No lo sé- respondio ella, llevandose una mano a la nuca -Lo único que quiero es mi ropa devuelta-
Aún se mantenía mirando todo el lugar, algo no le gustaba, quizás había mucha luz o simplemente, era un lugar como de los cuentos de terror.

Arteria se encogio de hombros, mientras cerraba sus ojos
-Sí- murmuro, tenía que admitir que el lugar le daba un poco de curiosidad.

Arteria siguio a Emma mientras miraba a sus alrededores, habían cosas que tenían muchos colores y otras que no. Para su criterio, era un buen y lindo contraste.

Arteria miraba todo, mientras soltaba suspiros, explorar no era lo de ella. Como estaba aburrida, muy muy bajito, comenzó a tararear una canción que sabía desde pequeña. Nunca la cantaba en voz alta, porque siempre generaba problemas en las otras personas.

-Si tu lo dices- dijo ella, aún fijandose en el paisaje. ¿Qué era ese lugar? No se parecía a ningún centro médico en los que había estado, además la otra chica había dicho venir por un espejo. Vaya, que confuso era todo eso.

Arteria miraba a Emma con curiosidad, ¿de dónde sería ella? Se notaba que era una niña tranquila, en comparasión a si misma, que salía cada día e ingeria cosas.

-De ningún lugar y de todos- respondio, cerrando los ojos -América, ¿tú?-
Vaya, la curiosa chica /al parecer/ había leído su mente.

Arteria bajo la vista para ahora, con más tranquilidad, analizar lo que tenía puesto. Emma tenía razón, era un lindo vestido
-El tuyo también- señaló, con una sonrisa.
Quería irse de ese lugar, quería dormir y salir con su ropa antigua.